lunes, 15 de febrero de 2010

CRUCE DE LOS ANDES: segunda entrega

El sábado 6 de febrero a las 9 Hs. arrancó la 2º etapa, en tandas de a 50 parejas , separados por 5', el día se presentó con lluvia, lo que llevó a la organización a utilizar el plan B, ya no se pasaría por el glaciar del Cerro Ventisquero ya que la bajada al valle sería muy abrupta y peligrosa, con barro y piedras mojadas, por lo que se ascendió a un filo de este cerro, pero alcanzando una altura menor. La pareja de Anfibios Triatlón, salió de manera conservadora, teniendo en cuenta que la primera parte era toda en trepada hasta el filo, aproximadamente 1:15' les llevó llegar al punto más alto, desde allí una vista imponente; hacia el sur, todo el Lago Escondido y la mansión del magnate Lewis; hacia el norte , el valle del Río Foyel. A partir de aquí empezaba la bajada, en picada, un descenso que se "devoraba" a los cuadriceps. Un buen susto de llevó Matute Riviere cuando vió al Dr.Bender aterrizar de cabeza al querer sortear un tronco que atravesaba la senda, nada grave, unos segundos de reposo, chequear que todo funcione bien y a continuar la marcha. A las 2Hs. de competencia ya estaban en el valle, luego, un interminable "llano" hasta arribar a la meta, previo cruce del río Foyel, con el agua ( helada ! ) hasta la cintura. Fueron 26.3Km en un tiempo de 3:28'55", logrando el 26º mejor parcial y dejando a la dupla en el 38ºpuesto gral.

Todo era alegría , con dos etapas en el bolsillo y a la espera de la jornada final, pero... empezaron los problemas, a la lluvia y el frío se sumó que en el campamento 2, sólo había carne y pan para comer, los fideos y otros víveres, junto a los containers no habían llegado debido a que se cayó un puente, por lo tanto los camiones no podían pasar, recién a media tarde llegaron algunos contenedores, el que llevaba el nº 131 se hizo esperar, pero apaeció entre los últimos; rápidamente Matías y Ariel armaron la carpa, junto a la mitad de los corredores; la otra mitad ? - debió caminar 5 Km hasta el campamento 2b ya que sus contenedores no habían llegado. Todo terminó en que al cansancio lógico se le sumara el estar empapado, frío, mal alimentado, los ánimos se empezaron a caldear, muchos insultaban al director de la prueba, algunos pensaban en abandonar y otros trataban de focalizarse en la etapa final, afrontando todo como viniese. Grande era el desconcierto, aún pasadas las 23 hs del día sábado no se sabía de dónde partiría la 3º etapa, si del campamento 2, del 2b, de un punto intermedio... del director de la prueba ni noticias.

El domingo 7, amaneció ya sin lluvia, hubo agua caliente para infusioes, café, frutas, facturas, alfajores, panecillos, todo a pedir del corredor, parecía que la lluvia se había llevado los problemas. Finalmente se largó del campamento 2b, por lo tanto Matías y Ariel junto a muchísimos atletas tuvieron que caminar durante 5 Km para llegar a la línea de largada. A las 9hs. se dió comienzo a la 3º y última etapa, la cual trancurría acompañando al río Manso inferior ( color verde esmeralda ) en gran parte del trayecto, un recorrido bellísimo, con desniveles poco pronunciados. Si bien el terreno era propicio para correr, eran pocos los que podrían mantener el trote en estos 36 Km., El equipo ANFIBIOSTRIA partió pensando en caminar lo menos posible, el dolor en las piernas era tremendo, pero luego de los primeros 15' de competencia se sintieron mejor, tanto que se asombraban del ritmo que podían llevar. Luego de 3:35'07" cruzaron el arco de llegada ( en tierras chilenas ) llegando 20º en la etapa y posisionádose en la 32º ubicación gral., con un acumulado para las tres etapas de 11:37'10". La felicidad que sentían la plasmaron en un abrazo interminable, el objetivo estaba cumplido con creces, luego... el vacío post-carrera... así que se subieron a la primera combi con destino al Centro Cívico de Bariloche y luego de 2hs. se reunieron con sus "chicas": Irene, esposa de Matías, y sus hijas , Araceli y Zoe; y Chechu, la mujer de Ariel, junto a su hija Gretel. Un reencuentro muy emotivo acompañado de cordero patagónico y regado por un amigable cabernet.

Matías Riviere y Ariel Bender agradecen a su entrenador, Hugo Pellegrino; al equipo médico y servicio de medicina nuclear del Sanatorio Modelo Quilmes, encabezado por el Dr. Oliveri.A la Farmacia Rosati que proveyó del botiquín obligatorio para la prueba. Al natatorio del Club Villa España. Al Sr. Héctor "manos mágicas" Salinas, masajista.A los sponsors del equipo Anfibios: Bicicletería mapuchebtt - eventoslaperfeccion.com.ar - Integral GYM - Lubricentro Lubrisur - Lucy Sport - Silher Iluminación - Taller Metalúrgico Coló - Tecno Estudios , ALUMINIO S.R.L. - Track Repuestos Ford/VW - Vivero Amancay.

Y a todos los que creyeron y apoyaron este proyecto.